miércoles, 19 de diciembre de 2018

Alfa Romeo 33 TT 3


 








El Alfa Romeo 33/3 hizo su debut en 1969 en las 12 Horas de Sebring . El motor se amplió a 2998 cc (183ci) con 400 hp (298 kW), lo que puso al 33/3 en la misma clase que el Porsche 908 y el Ferrari 312P . El chasis era ahora un monocasco . El nuevo auto tuvo un mal desempeño en Sebring y Alfa no participó en Le Mans después de la muerte de Lucien Bianchi en una sesión de práctica el 30 de marzo.
 Lucien Bianchi, (el vencedor de la edición de 1968), se encontraba practicando para la edición de ese año con la nueva evolución del prototipo de Alfa Romeo, el Tipo 33/3, y con el que se salió de la pista y fue a estrellarse contra un poste de teléfono al final de la recta de Mulsanne.
 Ese año fue utilizado por Alfa Romeo para trabajar en el modelo, pero en la temporada de 1970, el coche siguió sin dar el resultado esperado, obteniendo una segunda plaza en las 200 Millas de Buenos Aires antes de su debut en las 24 Horas de Mans.



De las cuatro unidades que Autodelta inscribiría para la prueba de resistencia francesa, ninguna de ellas terminaría la prueba. El ejemplar que llevarían Rolf Stommelen y Giovanni Galli, fue descalificado por los comisarios debido a que se adelantó en la salida. El conducido por Piers Courage y Andrea de Adamich, abandonaría debido a problemas eléctricos cuando iba en octava posición a falta de seis horas para el término de la carrera. El de Toine Hezemans y Masten Gregory, sólo disputaría cinco vueltas antes de sufrir la rotura de uno de los pistones del nuevo motor y el conducido por Teodoro Zeccoli y Carlo Facetti, sufriría un accidente en la segunda hora de carrera viéndose obligado a abandonar a consecuencia del mismo. Tras este nuevo fracaso, Autodelta regresó a sus cuarteles de invierno para repensar el Tipo 33 y estaría ausente de Le Mans hasta 1972, año en el que estrenaría la última evolución, el 33/TT/3.



Creado por Carlo Chiti, la quinta evolución del modelo del Tipo 33 se creó desde cero, sustituyendo el chasis monocasco de lámina de acero por uno de tubos al que se le redujo el peso casi al límite de las regulaciones para la temporada de 1971. El TT en el nombre es la abreviatura de "Telaio Tubolare” o chasis tubular, que no se parecía a la estructura tubular utilizada en el original 33. Inspirado en el Porsche 908/3, Chiti decidió concentrar todo el peso entre los ejes para lo cual hubo de alargar el chasis cerca de 20cm. El motor sería la versión actualizada del ya existente V8 de tres litros existente, elevando su potencia hasta los 440CV a 9.800rpm.


A pesar del esfuerzo puesto en su preparación, el, Alfa Romeo 33/TT/3 tuvo problemas de fiabilidad y ritmo en las primeras carreras de la temporada. Más ajustes en el motor V8 vieron como resultado algunos podios, pero la victoria estaba aún fuera de su alcance. Con la ausencia de Ferrari y Porsche de la edición de 1972 de las 24 Horas de Le Mans, el nuevo coche del constructor transalpino partía como favorito junto a Matra, quien finalmente se llevó la victoria. Autodelta inscribió para la ocasión tres ejemplares del 33/TT/3.

A pesar de estar durante buena parte de la prueba en las posiciones de cabeza, los Alfa Romeo nunca fueron un riesgo para el fabricante francés. Dos de los tres coches hubieron de abandonar, el pilotado por Vic Elford y Helmut Marko sufriría un accidente cuando quedaban cuatro horas para el final de la carrera y se encontraba lejos de la cabeza de carrera. Rolf Stommelen y Giovanni Galli sufrirían una avería en el embrague y la transmisión a falta de seis horas para concluir la carrera. El único coche en ver la bandera a cuadros sería el de Andrea de Adamich y Nino Vaccarella, que cruzarían la línea de meta en una meritoria cuarta posición a 37 vueltas de distancia del coche ganador.



Tras no conseguir el triunfo final, y después de no poder hacer frente ni a Ferrari ni a Matra en el World Sportscar Championship (WSC) de ese año, Autodelta se retiró nuevamente y no se presentaría a la edición de 1973 de las 24 Horas de Le Mans. Su testigo lo recogería el equipo italiano Scuderia Brescia Corse que inscribió un único Alfa Romeo 33//TT/3 para hacer frente a los poderosos Ferrari 312PB y los eficaces Matra MS 670C. A pesar de partir con desventaja, el coche se comportó excelentemente, llegando a ocupar la tercera plaza en alguna fases de la carrera, a falta de seis horas para finalizar la prueba, diversos problemas mecánicos le hicieron perder el tren de la parte delantera, terminando finalmente en la posición 15ª a más de 750 kilómetros de distancia del Matra vencedor.


Alfa Romeo 33/3
Alfa Romeo 33TT3
Visión general
FabricanteAlfa Romeo
También llamadoAlfa Romeo
Producción1967-1968 (33/3)
1969-1972 (33TT3)
DiseñadorAutodelta
Cuerpo y chasis
ClasePrototipo del grupo 6: coches deportivos
Grupo 5 coches deportivos
DiseñoDiseño de RMR
Tren motriz
Motor2998 cc 90 ° V8
400 bhp @ 9000 rpm
440 bhp @ 9800 rpm
TransmisiónManual de 5 velocidades
Manual de 6 velocidades
Dimensiones
Peso en vacío700 kg / 650 kg (1971)
(1543 lb) / (1433 lb) (1971)
Las maquetas 1/18 y 1/43

Escala 1/18











Escala 1/43
Brand:ReStart
Title:Alfa Romeo T33/TT/3 Essais Le Mans´72 #17 Vaccarella/Marko/Zeccoli
Scale:1:43
Type:Full kit




Fuente: Wikipedia 
             www.expominiaturas43.com

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domingo, 16 de diciembre de 2018

Sopwith Struttter 1 1/2 - Un proyecto cajoneado




Lo que nos pasa siempre a los modelistas,es, que cuando aparece alguna dificultad en alguno de los proyectos que estamos ejecutando, complicado de solucionar, lo cajoneamos por tiempo indeterminado. En ese interín encaramos tres o cuatro proyectos diferentes, hasta que surge alguna nueva idea y lo volvemos a retomar.
Esto es exactamente lo que me ocurrió con el Sopwith de Roden, una verdadera porquería, que tal vez por una falla de fabricación, el couling era más pequeño y no calzaba ni a palos en su lugar. Por lo que tuve que primero, intenté arreglarlo con malos resultados, y finalmente lo hice a scratch.



 

 



















De todas maneras, no es una maqueta muy agraciada, asi es que decidí hacer algo un tanto bizarro.
Una viñeta con el Sopwith capotado o chocado, tal vez sobre un terreno mojado o sobre un pequeño río o laguna, utilizando algún producto de Vallejo como por ejemplo "aguas tranquilas", es la idea que trataré de plasmar en una viñeta. Veremos que sale.

 

 https://www.warmuseum.ca/firstworldwar/objects-and-photos/archival-documents/military-documents/pancaking/


Algo parecido a las siguientes fotos.










Anteriormente: Primera parte

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6° Concurso Regional de Modelismo Estático


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viernes, 14 de diciembre de 2018

El U-110 y la máquina Enigma





Mayo de 1941. La marina de guerra alemana hace estragos entre los convoys aliados. El alto mando aliado no puede hacer nada para protegerse de los mortales submarinos alemanes. Pero todo esto cambió el 9 de mayo de 1941.

Los aliados no tenían defensa posible frente a esta nueva arma y sus tácticas. Nunca se podía saber donde y en que momento aparecería un submarino para atacar a los convoys que tanta falta hacían a Inglaterra. La clave de la inteligencia británica era la descodificación de los mensajes cifrados que unían a los lobos grises de Dönitz y su cuartel general. Pero Enigma no dejaba mostrar sus secretos.

La táctica de las manadas de lobos consistía en desplegar un gran abanico de submarinos, para tener mas oportunidades de localizar a los convoys en su ruta transoceánica. En cuanto un submarino detectaba un convoy, se advertía al cuartel general de Dönitz, el cual reorganizaba su flota de submarinos, y los enviaba a todos  por el convoy. Nadie disparaba un torpedo hasta que estaban reunidos el mayor número de submarinos posible.

En ese momento, se esperaba al anochecer para infiltrase entre los destructores, y atacar a los indefensos transportes, haciendo estragos entre los buques. Esta táctica demostró sobradamente la efectividad de los submarinos en manadas, y la importancia de las comunicaciones. De ahí la imperiosa necesidad de los aliados de penetrar en Enigma y desvelar sus secretos, ya que era la única forma de esquivar a las manadas de lobos.

Fue el día 9 de mayo, un día tranquilo y soleado cerca de las costas de Groenlandia, cuando el U-110 (un submarino tipo IX), comandado por Fritz Julius Lemp, divisó un convoy, escoltado por 3 destructores. Se trataba de un convoy lento (8 nudos) el Outbound 318, una presa fácil en teoría, pero Lemp nunca imaginó el desenlace de la jornada. Fritz ordena inmersión a nivel de periscopio, pone rumbo al convoy, y mediante una maniobra consigue esquivar a los destructores, que aun no han detectado su presencia, y se sitúa en posición de disparo. Lanza una salva de torpedos. Al cabo de unos instantes, se oyen los resultados: dos buques tocados, y heridos de muerte.

 HMS Bulldog

Fritz se siente orgulloso, pero ahora los destructores, ya están enterados, y bastante molestos, pues han explotado dos de sus transportes. Rápidamente cambian de dirección hacia la posición donde se supone que está el submarino, y lanzan sus cargas de profundidad. Toda la tripulación del U-110 contiene el aliento. Las cargas explotan muy cerca. Los daños son severos. La integridad del casco se ha visto comprometida, el agua ha entrado en las baterías, generando cloro al contacto con los ácidos de estas, y haciendo peligrar la vida de toda la tripulación. La situación es muy grave: si permanecen sumergidos, el submarino acabará por hundirse, o tal vez mueran envenenados. Si salen a superficie, los escoltas abrirán fuego, pero aun pueden rendirse y salvar a la tripulación.


 Momento en que el U-110 está a punto de ser abordado.

Lemp debe tomar una drástica decisión en un tiempo muy corto. Finalmente decide salir a superficie, para poder salvar a su tripulación. Se preparan cargas explosivas para hundir el submarino, y que no caiga en manos enemigas. Los tripulantes del Bulldog, el destructor ingles, no dan credito a lo que ven, el submarino emerge, y es abandonado por toda la tripulación. Hay fuego cruzado de los destructores. Finalmente todos abandonan el submarino, y el comandante del Bulldog se da cuenta de que esta puede ser la oportunidad para abordar por primera vez un submarino alemán. Una lancha se dirige a la nave moribunda, y Fritz, después de un rato se da cuenta de que el submarino no explota. ¡¡ Las cargas han fallado !!.



Rápidamente se da media vuelta y nada para abordar el submarino, pero es alcanzado por una bala, quizás disparada por la lancha inglesa. El comandante del Bulldog en persona sube al U-110, y consciente del riesgo que entraña adentrarse en el submarino, entra en sus profundidades. Podría haber alguien todavía allí, o podrían explotar las cargas e irse a pique. Se da una vuelta de proa a popa, y al ver que el submarino esta desierto, llama al resto del comando y abordan el submarino. Ya saben lo que tienen que hacer allí dentro, y rápidamente cogen todos los libros de códigos, mensajes cifrado, mapas, y una extraña caja de madera que contiene una especie de maquina de escribir. Después de subir al destructor, se intenta remolcar el maltrecho U-110, pero se escora por popa, hasta que finalmente se hunde.

La tripulación superviviente, fue mandada a campos de prisioneros en Canadá, donde se les hizo creer que el U-110 se hundió con todos sus secretos a bordo. A toda la tripulación del Bulldog, se le ordeno un estricto silencio sobre lo que había ocurrido ese día. Todo el material fue enviado a Bletzly Park, donde el programa Ultra no podía creerse lo que le habían mandado ¡¡tenían los códigos alemanes de comunicaciones secretas, los mapas donde operaban los submarinos!! ¡¡ y tenían la propia maquina Enigma!!. Era un éxito atronador. La inteligencia británica ahora escuchaba los mensaje alemanes como si los radiara el propio Winston Churchill. Tenían el arma secreta que cambiaria el rumbo de la batalla del Atlántico. A partir de ese momento, los convoyes eran capaces de esquivar las manadas de lobos. Sabían de antemano donde estaban los submarinos, con lo que las cifras de tonelaje hundido empezaron a disminuir. Dönitz no comprendía como sus submarinos no eran capaces de encontrar los convoys, y tampoco entendía como sus lobos grises eran cazados con mayor frecuencia.

Se inició una serie de investigaciones al respecto, pero al fin solo se llego a la siguiente conclusión: "O el código Enigma ha sido descubierto (lo cual esta fuera de toda duda), o alguien esta pasando información al exterior". Se llevaron agentes a los bares donde se reunían los tripulantes, y se interrogo a las mujeres de mala vida para descubrir si estas eran espías, o si los submarinistas contaban secretos en la alocada vida en tierra. Nunca se tomo en consideración que Enigma había sido profanada. Dado lo infructuoso de la operación, Dönitz se dirigió a su segundo, le miro a los ojos y le dijo: "tenemos que haber sido o tú o yo".

A partir de este momento la guerra cambió su curso, en muchos frentes. Las comunicaciones entre los ejércitos de Hitler se basaban en mensajes cifrado por Enigma, así que la inteligencia aliada tenia acceso a los secretos de los alemanes. En África, donde los ingleses hundieron todos los convoys que viajaban por el Atlántico para abastecer el Afrika Korps, lo que conllevó a la fatídica situación que empezó en la batalla de El Alamein, y acabo en Túnez. O en la batalla de Kursk, donde los aliados avisaron a Stalin de las grandes concentraciones de blindados, y donde Zhukov tuvo el tiempo necesario para preparar la defensa, o en multitud de operaciones donde Enigma era la clave de la sorpresa y de la inteligencia alemana. Pero donde más se notó fue en la batalla del Atlántico, donde los submarinos alemanes pasaron de ser cazadores, a ser presas.

Es increíble pensar que este incidente tan aislado y en el que tomo parte tan poca gente, pudiera hacer cambiar el curso de una Guerra Mundial, pero fue así. Independientemente del poderío militar, o de la genialidad de los mandos, los aliados tenían un arma secreta que les aseguraba la victoria. Pero la arrogancia de los altos mandos alemanes permitió a los aliados explotar esta ventaja sustancial sobre sus enemigos.

El secreto de esta operación fue asombroso. Nadie, a excepción de los implicados, y de los que trabajaban en el programa Ultra, sabían del U-110, y de la captura de la maquina enigma. Fue hasta tal punto un secreto estrictamente guardado, que hasta 1959 no fue sacado a la luz publica. Muchos alemanes, incluido Dönitz, no daban crédito a lo que oían. No podían creer que Enigma, el código indescifrable, había sido descubierto.


 CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS U-110
  • Ordenado: 24 de mayo 1938
  • Astillero: AG Weser, Bremen
  • Puesta de Quilla: 01 de febrero 1940
  • Botado: 25 de agosto 1940
  • Comisionado: 21 de noviembre 1940
  • Clase: IXB
  • Longitud: 76,5 mts
  • Manga: 6,8 mts
  • Calado: 4,7 mts
  • Propulsión: 4 motores, 2 diésel eléctricos MAN M9V40/46 sobrealimentado de 9 cilindros de 3.300 kW y 2 motores SSW GU345/34 de doble acción eléctrica de 740kW
  • Potencia: En superfície: 4.400 cv. / Sumergido: 1.000 cv
  • Desplazamiento: En superfície: 1.051 tn. / Sumergido: 1.178 tn
  • Velocidad Máxima: En superfície: 18,2 nudos (33 km/h) / Sumergido: 7,3 nudos (13 km/h)
  • Autonomía: En superfície: 22.200 km a 10 nudos / Sumergido: 118 kilometros a 4 nudos
  • Profundidad Máxima: 230 mts
  • Armamento: 6 tubos lanzatorpedos de 533 mm; 4 tubos en proa y 2 en popa. 1 cañón SK C/32 de 105 mm
  • Tripulación: 47; 5 Oficiales. 15 Suboficiales y 27 Marineros

 Maquina Enigma



 La maqueta

























Fuente: https://www.lasegundaguerra.com





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