domingo, 9 de junio de 2013

Fuerza Aérea Argentina incorpora aviones de entrenamiento‏


 Tussenhausen, Alemania - El próximo lunes 10 de junio, el país recibirá cuatro flamantes aviones de entrenamiento Grob TP 120 sobre un total de 10 que se adquirieron para la formación de pilotos de las tres Fuerzas Armadas. Es una incorporación que pone a la Argentina a la vanguardia de los adiestradores en la región y habilita a la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) el manejo de tecnología de punta: la fibra de carbono, material que se usa en la industria aeronáutica de avanzada.


 El acto de recepción se hará en la fábrica Grob ubicada en Tussenhausen, Alemania, a unos 40 kilómetros de Múnich. La ceremonia oficial en la Argentina se prevé para mediados de julio y las cuatro aeronaves se trasladarán por vía marítima. En un hangar de la fábrica alemana están acomodadas las máquinas pintadas con los colores del Escuadrón Grupo Escuela de la Fuerza Aérea Argentina; en el acto estarán presentes el vicepresidente y co-CEO del grupo Grob, André Hiebeler, el presidente de FAdeA, Raúl Argañaraz; el titular de la Fuerza Aérea, brigadier general Normando Costantino, y el encargado de negocios de la embajada argentina en Alemania, Luis Azpiazu, además de técnicos de la empresa estatal criolla que forman parte del grupo de mantenimiento de los aviones.


 La adquisición se cerró tras un año de negociaciones en las que Argañaraz mostró uñas y dientes para bajar el precio, cerca de 20 millones de euros por las diez máquinas, más repuestos y la disposición por un año de un ingeniero alemán -sin costo- para asesoramiento tutorial en la Argentina. Se pautó que dentro de cinco años -cuando presumiblemente esté en servicio el avión entrenador Unasur 1 que desarrollan los países miembros- la fábrica Grob recompraría las máquinas siempre que no haya otro interesado.


 La adquisición se cerró tras un año de negociaciones en las que Argañaraz mostró uñas y dientes para bajar el precio, cerca de 20 millones de euros por las diez máquinas, más repuestos y la disposición por un año de un ingeniero alemán -sin costo- para asesoramiento tutorial en la Argentina. Se pautó que dentro de cinco años -cuando presumiblemente esté en servicio el avión entrenador Unasur 1 que desarrollan los países miembros- la fábrica Grob recompraría las máquinas siempre que no haya otro interesado.
 Las conversaciones arrancaron en 2012 en la decimoséptima edición de FIDAE, la feria de aviación internacional que cada dos años organiza Chile. Allí se firmó un acuerdo estratégico para la comercialización del entrenador subsónico avanzado AT-63 Pampa y también la posibilidad de apalancar el adiestramiento a esa plataforma a través de la instrucción de los pilotos del Curso Básico Conjunto de Aviador Militar (CBCAM) en el avión Grob 120 TP. Defensa evaluó ventajas atractivas que permiten cierto ahorro en el presupuesto de largo plazo, dispone de prestaciones (aviónica y software) que facilitan el entrenamiento básico y avanzado, todo en un mismo aparato.



El piloto sale capacitado para la etapa de combate en las escuadrillas de alta performance, como el A4-AR Fightinghawk y también el AT-63 Pampa, y requiere un mínimo de horas de vuelo de adaptación a esos aviones. La llegada de los Grob -un turbohélice con una performance que le permite maniobras acrobáticas hasta 6 g- rescata y soluciona la etapa de formación de pilotos militares que había colapsado porque no se contaba con un avión de entrenamiento básico. Los viejos Mentor B-45 fueron desprogramados tras una serie de modificaciones en sus planos (alas) en las que se invirtieron varios millones de dólares a instancias de un programa que desarrolló Mirta Iriondo, exsubsecretaria de Investigación Científica de Defensa, que no funcionó.
El Grob fue probado por cuatro pilotos de la Fuerza Aérea que alcanzaron su habilitación de instructores en Cognac, Francia, donde está ubicada la escuela de estos aparatos; en esas mismas aeronaves se forman pilotos de muchos países.




Información Técnica

acmecuyo@gmail.com